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Virus de la Inmunodeficiencia felina (FIV)

El virus de la inmunodeficiencia felina (VIF) es una de las enfermedades infecciosas más comunes en los gatos en todo el mundo. Es conocido comúnmente como SIDA felino debido a sus similitudes con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

Aunque este virus es poco común, puede tener graves consecuencias en la salud de los gatos pero con el tratamiento adecuado, medicamentos y buena alimentación los gatos que contraen inmunodeficiencia felina pueden tener una vida tranquila y convivir con otros gatos con VIF negativo.

Aquí te contaremos los síntomas, causas, tratamiento y todo lo relacionado a esta enfermedad.

SIDA Felino

Esta es una infección viral que fue reconocida por primera vez a mediados de la década de 1980 y se ha encontrado en gatos de todo el mundo.

Hace que los felinos afectados tengan un sistema inmunológico más débil en comparación con los no infectados, matando o dañando las células del sistema inmunológico de un gato, a menudo dirigiéndose a los glóbulos blancos.

Una vez que eso sucede, pueden volverse vulnerables a infecciones secundarias. Esta es una enfermedad distinta a la leucemia, aunque muchas personas las confunden porque ambos derivan de la familia de los retrovirus. 

Solo el 1-5% de los gatos muestran evidencia de exposición al virus y no puede transmitirse a humanos.

¿Cómo se contrae este virus?

Su principal método de transmisión es a través de contacto directo. Por transfusiones de sangre, heridas y fluidos corporales de un gato infectado, pero la más común es por mordeduras y peleas ya que el gato infectado tendrá el virus en su saliva

De hecho, su transmisión es frecuente en gatos machos no castrados que constantemente luchan en las calles por territorio, por ello es importante que los gatos con VIF se mantengan en interiores. 

En raras ocasiones una gata madre infectada puede transmitir la infección a sus gatitos, sin embargo, si esta madre se infecta mientras está embarazada el riesgo de transmisión aumenta.

No se contagia a través de contacto sexual, o de contacto casual entre gatos, como compartir tazones de comida, agua, equipos de aseo o juguetes, por esta razón los gatos infectados pueden convivir con gatos no infectados mientras no se presenten peleas agresivas.

Etapas del VIF en gatos

  • La fase aguda: tras la primera infección, comienza la fase aguda. En algunos gatos puede haber letargia, fiebre y aumento de los ganglios linfáticos. Este periodo puede durar de uno a tres meses.
  • Infección latente: se caracteriza por la ausencia de síntomas y puede persistir desde meses hasta años. Muchos gatos no podrán superar esta etapa.
  • El SIDA felino (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida Felina): se produce cuando el sistema inmunitario de un gato está deteriorado, lo que le hace vulnerable a una enfermedad secundaria. Esto ocurre años después de la primera infección. Los síntomas del SIDA felino son los que provocan las infecciones secundarias.
  • La etapa final: el pronóstico para un gato que ha alcanzado la fase final es de dos a tres meses. En este momento se generalizan las infecciones graves, el cáncer, las enfermedades neurológicas, las enfermedades inmunomediadas y más.

 

¿Cómo saber si mi gato tiene el virus de la inmunodeficiencia felina?

Es difícil para algunos dueños de gatos notar algún cambio en sus felinos, porque ellos son buenos ocultando los síntomas y por el modo de actuar del virus.

Una vez el gato contrae la afección, el virus entra en el cuerpo e ingresa a los linfocitos T del cuerpo, y vive en ellos sin causar problemas durante meses e incluso años.

Algunos gatos comienzan a mostrar síntomas en meses o años hasta que el virus pase a su etapa activa.

 

¿Cuáles son los síntomas del VIF en gatos?

El virus de la inmunodeficiencia felina afecta al sistema inmunitario del gato, por lo que los síntomas no aparecerán hasta que el animal haya contraído una enfermedad secundaria.

Estos son los principales síntomas:

  • Fiebre
  • Mal estado del pelaje
  • Inflamación en la boca y las encías
  • Infecciones crónicas o recurrentes en los ojos, la piel, las vías respiratorias superiores o la vejiga
  • Problemas oculares persistente
  • Pérdida de peso y disminución del apetito
  • Letargo
  • Agrandamiento de los ganglios linfáticos
  • Infecciones crónicas o recurrentes
  • Salivación
  • Abscesos
  • Diarrea

 

Prevención del virus de la Inmunodeficiencia Felina

La única forma segura de proteger a los gatos es prevenir su exposición al virus.

Castrar a los gatos a los cuatro meses de edad para reducir la necesidad de los machos de aparearse y pelear por territorio.

Un gato castrado bien cuidado de ambos sexos, que vive en un hogar estable y se mantiene dentro por la noche, es muy poco probable que entre en contacto con el virus.

Es recomendable que los gatos con VIF se conviertan en gatos de interiores, por su propia seguridad y para reducir el riesgo de transmisión a otros gatos.

Para reducir el peligro de enfermedades bacterianas y parasitarias transmitidas por los alimentos, hay que proporcionarles dietas nutricionalmente completas y equilibradas, y evitar los alimentos no cocinados, como la carne y los huevos crudos, y los productos lácteos no pasteurizados.

 

Tratamientos de la Inmunodeficiencia Felina (VIF)

Desgraciadamente, por ahora no hay cura para el VIF.

Aunque es difícil saber cuánto vivirá un gato infectado, ellos pueden llevar una vida normal y saludable durante muchos años si se les trata adecuadamente.

Sin embargo, cuando un gato infectado por el VIF ha desarrollado una o más enfermedades graves como consecuencia, o si hay síntomas como fiebre persistente y pérdida de peso, el pronóstico suele ser malo.

Los gatos infectados deben someterse a un chequeo al menos una vez cada seis meses y un chequeo sanguíneo, análisis bioquímico y de orina anualmente

El veterinario realizará un examen exhaustivo de todos los sistemas corporales, prestando especial atención a las encías, los ojos, la piel, los ganglios linfáticos y la pérdida de peso.

 

Vigila el bienestar de tu gato. Si tiene una serie de enfermedades menores, como rapé y diarrea,  sale y tiene peleas (como agresor o víctima) que resultan en heridas punzantes o abscesos, habla con tu veterinario sobre la probabilidad de que tenga virus de la inmunodeficiencia felina.

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