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Parásitos intestinales en mi perro, un enemigo silencioso, sus peligros, síntomas y tratamiento

Los parásitos intestinales en nuestro perro son un enemigo silencioso de su salud y, en consecuencia, de su bienestar, e incluso, del nuestro.  Para nadie es un secreto los problemas que pueden acarrear para la salud de nuestra Alma peluda, por esta razón es importante prevenirlos, antes que tener que realizar otro tipo de tratamientos para eliminarlos y curar nuestro perro.

En nuestro artículo sobre parásitos en perros, te enseñaremos de manera sencilla todo lo que debes saber a cerca de este tema, cuáles son los parásitos más comunes, cómo detectarlos, es decir, cuáles son los síntomas más usuales que podría presentar tu perro y sus efectos, además, una vez detectados, como eliminarlos y finalmente y lo más importante, como ya dijimos, como prevenirlos antes de que ocurran.

 

Parásitos internos más comunes en perros, sus síntomas y efectos

La primera herramienta para combatir los parásitos es conocerlos, de esta forma podremos actuar a tiempo si se llegaran a presentar, aquí describimos algunos de los parásitos más comunes que se pueden presentar en tu perro.

 

  • Áscaris o gusanos redondos:

Es bastante normal encontrarlos en perros, ocupan su estómago y/o intestinos y se calcula que hasta un 30% de perros adultos y un 70% de perros cachorros pueden presentar este tipo de parásitos.  Pueden ser adquiridos en perros adultos al olfatear o lamer el suelo, ya que este podría estar contaminado con las heces de otro perro infestado, y en cachorros, la madre se los puede pasar cuando aún están en su interior o también después de nacer, a través del proceso lactancia, las larvas de estos parásitos pueden venir en la leche materna.

Estos parásitos pueden o no causar efectos en nuestra mascota, dependiendo de la gravedad de la infestación.  Sus síntomas por lo general son enfermedades digestivas como diarrea, vómito y estomago hinchado, en algunos casos más graves se puede extender a síntomas del sistema respiratorio como tos e incluso neumonía.

 

  • Anquilostomas o gusanos redondos con gancho: 

Estos, normalmente, ocupan el sistema digestivo del perro, más específicamente su intestino delgado, también son muy comunes y pueden estar presentes hasta en un 30% de los perros.  Se les llama gusanos con gancho, porque así es como se fijan a las paredes del intestino y succionan sangre y líquidos. 

El mecanismo para contraerlos es similar al anterior, por larvas presentes en el suelo o transmisión de madre a cachorros en el proceso de lactancia, pero además, y esto lo diferencia del anterior, estos pueden penetrar a través de la piel directamente, la zona de más fácil acceso son las almohadillas, puesto que son estas las que más contacto hacen con el suelo.

Los síntomas de estos parásitos son, por lo general, hemorragias internas que pueden ser evidenciadas porque sus heces presentan sangre.  Estas representan un riesgo importante para los perros, más que todo para los cachorros, incluso pueden retardar su crecimiento.   En los adultos puede derivar en pérdida de peso y debilidad.

 

  • Ticúridos o gusanos látigo:

También es bastante frecuente encontrar este tipo de parásitos en perros.  Estos ocupan la zona en la que se conectan el intestino grueso y el intestino delgado. Viven adheridos a las paredes de los intestinos alimentándose de la sangre de la mascota.

El mecanismo de infestación es el mismo de los dos anteriores, con la diferencia de que los huevos de estos parásitos logran sobrevivir durante años en el ambiente exterior, lo que hace más probable que tu perro pueda contraerlos al entrar en contacto con superficies contaminadas.

Los síntomas de los Ticúridos pueden, incluso, pasar desapercibidos, si la cantidad de ellos no es muy grande.  En infecciones más graves puede presentar diarreas con sangre y, de no tratarlo a tiempo, podría ser mortal.

 

  • Tenias o gusanos largos:

Como todos los anteriores, es otro parásito bastante común en perros.  Es un gusano plano y alargado que puede medir desde una hasta varias pulgadas. Este ocupa el intestino delgado del perro y se alimenta de sangre y nutrientes.

El mecanismo de infestación en este caso requiere que el perro consuma algún alimento con presencia de huevos del parásito, como carne de algún tipo de animal y que esta no haya sido cocinada apropiadamente o esté cruda.  De esta forma adquiere los parásitos y estos se desarrollan en su organismo.  También, al ingerir una pulga que este infectada con el parásito, el perro puede adquirirlo.  Los cachorros también pueden adquirirlo en el proceso de lactancia si su madre tiene pulgas infectadas y estos se las comen al lactar.

Los síntomas por infestación con tenia muchas veces pasan desapercibidos, de manera que el dueño del perro no se entera que su perro posee este problema. A largo plazo puede darse pérdida de peso pero esta será muy imperceptible.  El algunas ocasiones, podría observarse al perro arrastrando el trasero por el suelo y sentir algún tipo de rasquiña anal, también si el perro se rasca más de lo habitual puede dar indicios de que está infestado con el parásito mencionado.  En cachorros si puede ocasionar problemas más graves como falta de crecimiento, anemia y hasta obstrucciones intestinales.

Todos los anteriores parásitos que mencionamos y sus síntomas deben ser conocidos por el tenedor de cualquier perro, ya que será clave detectarlos a tiempo para iniciar su tratamiento y evitar enfermedades más graves derivadas de ellos.

 

Prevención de parásitos intestinales en perros

Mucho mejor que tratarlos, siempre será prevenirlos.  Es decir, seguir cuidadosos programas de desparasitación que impida que en tu perro se desarrollen este tipo de parásitos.  Estos programas empiezan desde cachorros y con ellos estarás seguro de mantener a tu perro blindado contra ellos desde pequeño.  En cachorros se debe comenzar a las dos semanas de nacidos aproximadamente y de ahí en adelante se debe realizar con frecuencia mensual, bimensual o trimestral, dependiendo del medicamento recomendado por tu veterinario. 

 

Hábitos de higiene para prevenir parásitos en perros

Una vez analizados los mecanismos de infestación por los cuales tu perro puede adquirir los parásitos de los que hemos hablado durante este artículo, es fácil deducir algunos hábitos básicos de higiene para prevenir este problema.

  • Iniciar desde muy pequeños enseñando a no comer absolutamente nada que encuentren en el suelo durante sus paseos. Muchas de nuestras Almas peludas, en especial los criollos que han pasado parte de su vida en las calles, tienen estos hábitos muy arraigados, hay que educarlos para eliminarlos y así evitar que puedan comer algún tipo de alimento por el cual podrían ingerir dichos parásitos.
  • De la misma forma, jamás permitirle comer hierba en parques frecuentados por otros perros, esta tiene un alto riesgo de estar contaminada con parásitos dejados por las heces o fluidos de estos.
  • Limpiar su casita con frecuencia si la tiene, ya que como se dijo, los parásitos están, en muchas ocasiones, en el suelo, y es fácil que estos lleguen hasta la casa o su cama en las almohadillas de sus patas y posteriormente al lamerse sean ingeridos y por consiguiente, el perro se infeste con ellos.

Si deseas conocer más sobre este importante tema de los parásitos, mantente al tanto de nuestras redes sociales y nuestro sitio web, constantemente estaremos publicando contenido de tu interés para que con el puedas tener un Alma peluda feliz y muy saludable.

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